jueves, 14 de julio de 2011

CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES EN EL DEPARTAMENTO DE PUNO: UNA MIRADA DESDE LA JUVENTUD.


Fritz Quea Sánchez
Decano22_che@hotmail.com

Durante los últimos años la actividad de extracción de minerales e hidroenergética ha crecido de manera significativa en el mundo y nuestro país ha sido uno de sus importantes campos de expansión. En este contexto, los gobiernos de turno han implementado progresivamente, desde 1990, una serie de reformas destinadas a facilitar las inversiones orientadas a la explotación de los recursos mineros e hodroenergéticos y así mismo a mitigar los impactos negativos que pudiera tener esta explotación, a través del estudio de impacto ambiental.
Estas reformas, sin embargo, no han logrado evitar que se multipliquen por todo el país conflictos sociales que giran en torno a la actividad minera e hidroenergética, especialmente en el departamento de Puno que  tiene la demanda más alta en solicitudes de concesiones para la exploración de actividades económicas atractivas, después de la región Arequipa.
Los conflictos Sociales se han multiplicado en estos últimos meses, pero, ¿Cómo comprender el termino Conflicto social?, al respecto se puede definir sociológicamente como “la lucha por los valores y por el estatus, el poder y los recursos escasos, en el curso de la cual los oponentes desean neutralizar, dañar o eliminar a sus rivales” (Lewis A. Coser), además “un conflicto social será cuando transciende lo individual y proceda de la propia estructura de la sociedad”, además “el conflicto es un hecho social universal y necesario que se resuelve en el cambio social”(Ralf Dahrendorf), por que la “La sociedad está en cambio constante y es integrada por elementos contradictorios” (Hobbes).
Es de pleno conocimiento para todos que el Perú, es un país donde agobia la pobreza, desigual y la exclusión social y que el Estado tiene carácter de clase, por lo tanto su presencia es desigual en todo el territorio. “Las sociedades se dividen en clases cuyos recursos son desiguales. Al existir estas considerables desigualdades, también hay divisiones respecto al interés que son "inherentes" al sistema social. Los conflictos de intereses se convierten en un momento dado en luchas entre las clases, que pueden generar procesos de cambio radical” (Karl Marx). Y que “Las sociedades se definen por la desigualdad que produce el conflicto, en lugar de lo que produce el orden y el consenso.  Este conflicto sobre la base de la desigualdad sólo puede ser superado a través de una transformación fundamental de las relaciones existentes en la sociedad, y es productivo de nuevas relaciones sociales”. (Sharp)

Las estructuras sociales se crean a través del conflicto entre las personas con diferentes intereses y recursos.  Las personas y los recursos, a su vez, son influenciados por estas estructuras y por la "desigual distribución de poder y recursos en la sociedad” (C. Wright Mills).
A partir de esto podemos mencionar que en el departamento de Puno, los conflictos socio ambientales como el caso de Inambari por la no construcción de la Central Hidroeléctrica, los Ciudadanos de la Zona Sur del departamento de Puno  por el retiro de la mina Santa Ana y la cancelación de las concesiones mineras en dicho sector, y los Ciudadanos de la Zona Norte del departamento de Puno por la descontaminación del cuenca del rio Ramis y la cancelación de las concesiones mineras, no digo Aymaras y Quechuas, porque este denominación conlleva a una discriminación implícita y a una polarización del departamento de Puno, estos dos casos de conflicto, son visualizados como una serie de acontecimientos organizados alrededor de la diferencias construidas entre los actores sociales (población afectada) y las empresas mineras, los mismos que tienen posiciones, objetivos y acciones emprendidas opuestos, los primeros teniendo como antecedente los efectos generados por las empresas en operación, especialmente en agravio del medio ambiente (contaminación ambiental), por ende la calidad de vida y bienestar de vida, insertan una serie de reclamos para garantizar la sostenibilidad del medio ambiente y su bienestar de vida, situación que se ha ideologizado y politizado en muchos casos,  y los segundos que buscan la implementación del proyecto, para generar ganancias de la misma, como es la razón de ser de la mayor parte de las empresas privadas. Este  antagonismo de posiciones terminan generando tensiones y fricciones permanentes, que conllevan desembocando en protestas y acciones de enfrentamiento entre los grupos en cuestión.
Sin embargo la población afectada no solo lucha contra la empresa minera, sino también  termina relacionando al Estado como “aliado” de la empresa minera, porque  “El Estado sirve a los intereses particulares de los más poderosos, mientras que dice representar los intereses de todos” (Gene Sharp),  por el mismo hecho de que está más inclinado hacia la promoción de la inversión que a la regulación y la redistribución efectiva, lo que en la práctica significa que está más  próximos a los intereses de las empresas mineras que de los de las colectividades locales. Además por el  Estado es quien agente que concesiona a dicha empresa,  es por ello que la población acaba reclamando al Estado y simultáneamente luchando contra la empresa minera,  lo cual se puede visualizar claramente en las arengas de la población afectada: “Alan Vende Patricia”, “La Patria no se vende , la Patria se defiende”, “queremos la derogatoria de los decretos Legislativos…” y “ Agro si, Minas No”, “Abajo las Empresas Mineras”, etc. Los primeros dirigidos  a la atención del Estado y contra su política del Perro del Hortelano, que orienta la pulverización y parcelación (desde el Estado) el territorio peruano al mejor postor, y los segundos son mensajes contra  las empresas mineras.
Pero cabe preguntarnos ¿Por qué acontecen estos conflictos sociales?, es cierto que habrá muchas respuestas así como tantos enfoques que existen, y aquí nuestra respuesta:
El problema radica en que el pasado oscuro de las empresas mineras tradicionales (contaminación ambiental) se ha ideologizado y en algunos casos se ha politizado, esto genera que la empresa aun no logra generar confianza en la población afectada ni  mucho menos lograr revertir el pasado oscuro que les heredo la minería tradicional.
Cabe mencionar que “todo lo que hace el hombre, no es mala por sí misma,  sino este se vuelve dañino cuando perjudica a un grupo o colectivo social”, bajo este  enfoque realista “la minería no es mala por sí misma, sino este último se convierte en dañino cuando genera malestar social en un determinado sector poblacional”, es decir cuando contamina el ambiente, y este caso es agudizado  principalmente por el deficiente o casi nula comunicación de la empresa con la población afectada, sobre los peligros reales (o no), de las ventajas, desventajas, aportes y de las  oportunidades de la minería moderna. Con eso no queremos decir que el problema del medio ambiente se reduce simplemente a un tema de deficiencia de información, sino  también inciden en la generación de los conflictos los factores  como: los valores y las cosmovisiones, debido a que el Estado aun no legitima las particularidades de las nacionalidadades que existen en el interior del país y se quiere imponer la perspectiva centralista.
Además los conflictos medioambientales también están relacionados con el crecimiento económico que profesan el anterior (Alejandro Toledo) y el gobierno saliente (Alan García), que se genero debido a la suba del precio de los minerales en el mercado internacional, lo cual simplemente beneficia un sector de la población que se suele denominar como “los grupos de poder” y que solo causó grandes expectativas en la población local que aun no se concretiza, por lo cual las comunidades locales se ven forzadas a acciones de protesta para hacer considerar sus acciones, la exigencia del reconocimiento de su ciudadanía y  la presencia del Estado en estas comunidades locales, a pesar que el Estado peruano ha creado algunos mecanismos legales para redistribuir parte de los ingresos que provienen de la minería a las regiones afectadas, como el canon minero y las regalías. Sin embargo, ninguno ha logrado cumplir del todo con las expectativas de la población, en buena medida debido a las deficiencias en su aplicación y porque aun las empresas transnacionales siguen acumulando grandes cantidades de sobreganancia.
Entonces; ¿Quién debe solucionar los conflictos sociales?. Al respecto, la entidad directamente encargado de resolver los conflictos es el Estado, que debe impedir que sea destructiva para la sociedad. Sin embargo la actitud que opta el Estado peruano frente a los  conflictos sociales es la represión, antes  de optar por el  pacto o procedimiento aceptado por las partes en conflicto. El Estado opta por este mecanismo porque su preocupación central es el mantenimiento del orden público y en evitar que las protestes desalienten la inversión minera e hidroenergética, debido a que el Estado peruano visualiza el conflicto social como una “Anomia”, bajo el supuesto de que la población afectada va en contra de las normas o que están “sin normas”, lo cual genera el desequilibrio social, por lo tanto para lograr el equilibrio social recurre directamente a la represión de las protestas, pero lo cierto es que la población afectada no es “anómico” (salvo excepciones), Lo cual se ve claramente cuando el Presidente de la República a través de los medios de comunicación nacional  minimiza las protestas sociales y por ende solo encarga mantener el orden publico a la policía nacional, y cuando este ya no abastece encarga a las fuerzas militares, de esta manera solo logra huir de las protestas sociales, sin embargo el Estado no tiene una política de dialogo por lo que no es capaz de entablar los mecanismos de diálogo y consenso entre Estado y la población afectada.
Pero, todo lo dicho anteriormente es un análisis de los conflictos sociales, en forma genérico, pero es necesario visualizar las protestas en sí mismo, es decir en el nivel más inmediato, para ello cabe preguntarse; ¿estos conflictos sociales son generados por Movimientos Sociales?, en primer lugar aclarar que la razón de ser de un Movimiento  Social es: “tener una ideología, estructura democrático participativo, buscan el cambio social (cambio del sistema), tienen carácter organizativo y poseen recursos (humanos, económicos y físicos)”(VIII Congreso Nacional de Sociología, Huánuco),  bajo esta perspectiva, los actores que generan estos Conflictos Sociales, se pueden denominar como movimientos locales y no como Movimientos Sociales,  porque, los casos antes mencionados solo están “circunscritos en un ámbito local, son ocurrencia espontanea, s, tienen demandas muy puntuales” como la derogatoria de los decretos legislativos…, retiro de las empresas mineras, no a las concesiones mineras e hidroenergéticas,  descontaminación de la cuenca del rio Ramis, No a la Hidroeléctrica de Inambari,  y además están orientados al reconocimiento de su ciudadanía y reivindicación de sus derechos, pero no están orientados al cambio del sistema, y que al solucionar sus problemas tienden a desvanecerse, es por eso que se pueden denominar como movimientos locales o movidas o protestas sociales,  pero sin embargo están orientados en grandes Movimientos Sociales que buscan el cambio social (buscan el cambio del sistema capitalista que nos rige), ahora si estos conflictos sociales se dan por una lucha de interese, ¿existirá también esta lucha de intereses dentro del movimiento local?,  no es de dudar que dentro de cualquier organización, gremio, sindicato o movimiento local, siempre existe el juego de intereses, en este caso se podría decir, es la búsqueda de nuevos liderazgos para que transciendan  a la popularidad, para ello juega y ha jugado un rol muy importante los medio de comunicación ya sean locales, regionales y nacionales, que solo lograron personificar a los  movimientos locales en base a una persona, y de esta manera opacaron los liderazgos colectivos, sin tener en cuenta que los riesgos y lo muy peligro que es para la sostenibilidad del movimiento, porque se puede terminar destruyendo al movimiento local. 
Si bien es cierto que  por un lado tenemos los movimiento locales que  plantea no a las concesiones mineras e hidroenergéticas, y por otro lado, sabemos que “…los ingresos por concepto de canon minero para las 13 provincias y 96 distritos de Puno, en el periodo que va de los años 2007 al 2010, llegaron a la suma total de 567 millones 314 mil 245 Nuevos Soles, de acuerdo a la información registrada en el Portal de Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas” (Chata Paul, Noticias SER), A parte de que los recursos sean distribuidos desigual o no, actualmente con estos recursos el Gobierno Regional y los Gobiernos Locales vienen  realizando  obras como: construcción de aulas, Ampliación del  servicio de agua potable, caminos vecinales, etc.   Entonces “Imaginemos un escenario en el que el pedido de quienes vienen protestando contra la minería sea aceptado y finalmente todas las empresas mineras se retiren del territorio puneño. La primera consecuencia en muchas de las pequeñas municipalidades rurales sería una abrupta disminución de recursos financieros para la ejecución de sus proyectos, lo que seguramente traería como consecuencia el surgimiento de otra serie de protestas contra las autoridades locales con los consiguientes bloqueos y movilizaciones” (Chata Paul, Noticias SER).
Entonces surge la pregunta; ¿Cuál es el planteamiento de los movimientos locales o las protestas sociales frente a este supuesto caso?, ¿tienen algún planteamiento? o simplemente NO¡, La respuesta está en ellos, y al respecto de la “descontaminación de la cuenca del rio Ramis”, supongamos que se descontamina al siguiente mes, y que tal se vuelve a contaminar al otro siguiente mes, entonces ¿nuevamente se va convocar a una protesta?, creo  que debería plantarse no a la contaminación, eso no significa reprimir la minería informal, por sería muy riesgoso por que la población que trabaja en este sector quedaría sin empleo alguno, “La Rinconada tiene más de 50 mil habitantes que se dedican a esta actividad y que soluciona además el problema de desempleo en  toda la región, no entendemos por ejemplo la participación de algunos hermanos de Azángaro en la huelga, pues muchos de ellos  también  son mineros de La Rinconada.” (Jorge Gamara, Noticias Ser). En este caso el Estado  debe brindar un soporte, y atención especial hacia este sector.
A partir de este breve análisis, se plantea avanzar urgente en cuatro aspectos fundamentales, primero en cuanto al ordenamiento territorial, para ello se debe partir de la elaboración de una Zonificación Ecológica Económica (ZEE), para distribuir adecuadamente las actividades económicas (minería, agricultura, turismo, ganadería) de cada zona y para que sean ubicados en el espacio que les corresponde como tal, el segundo aspecto es que se debe generar mecanismos de información y participación real de la población afectada en la toma de decisiones, para que estas tengan mayor legitimidad y el tercer aspecto es que el proceso de estudio de impacto ambiental sea más transparente, y que no solo el ministerio de energía y minas sea la entidad de evaluar sino que debe tomar protagonismo el ministerio del ambiente y otros ministerios competentes en tema, en forma concertada con la población en cuestión, si avanzamos en estos tres aspectos servirán de base e instrumento técnico para lograr el  “contrato social” o “permiso social” o “pacto social”, que permitirán reducir las fricciones entre los grupos en cuestión, finalmente tampoco toda la solución lo vamos a buscar en algún agente externo, sino debe partir desde el movimiento local (protestantes), tomar conciencia y reflexionar sobre el futuro de nuestros recursos minerales e hidroenergético o es que por toda la vida lo vamos a guardar estos recursos sin dar uso alguno o debemos apostar por una minería y una empresa responsable, la respuesta está en ustedes…